Ayer comí pescado
y me atraganté.
Hoy desayuné pies de bebé
y tuve que evacuarlos.
Sólo escribo cuando estoy solo
y ninguna mujer me atormenta
con sus quejidos de bebé del mar.
Mañana masturbo a mis dedos y
eyaculan tapabocas rosados.
camino sin terceras manos
ni labios duplicados.
He vuelto y
soy yo.
Aquí estoy.
Sin rimas,
Preso de la
melancolía.
Soberbio,
victorioso,
amante del oscuro
rostro que con dientes de
navaja me besa
el ombligo.
Sean testigos de mi
llegada tardía.
Véanme y
besen mi boca,
esta boca que pateo
como un genio.
Vengan a mí
y sigan mis olores,
entren a mi recinto
profano.
Los invito a pasearse
por mi cabeza, manos
arriba y pijas orinando.
Si no tienen pija junten
los labios.